Dulce de leche cortada

Leche cortada con fresones 

Dulce de leche cortada

 Para 10/12 personas (La cantidad mínima recomendada ya que la leche reduce bastante)

3 litros de leche de vaca fresca (si no se tiene acceso a leche fresca de vaca, en R. Dominicana Parmalat puede ser una buena opción)

450 gramos (1 libra) de azúcar  moreno
1 astilla de canela (más o menos 45 g. o 1.5 onzas)
5 huevos enteros
1 pizca de vainilla
El jugo de 4 limones (limas)
Una cucharadita (de las más pequeñas) de bicarbonato
La cascara de medio limón para aromatizar
Una pizquita de sal



Elaboración:

Verter la leche en una olla amplia, que quede como la mitad vacía, como si fuera un establo  que impide que se salga cuando no estemos pendientes.
Agregar el azúcar y remover. Batir los huevos enteros y agregarlos removiendo bien el conjunto. Poner la vainilla y la pizca de sal. Pasar por un colador para asegurarnos de que el azúcar se haya disuelto  y que además no queden restos de huevos, por ejemplo.
Poner la rama de canela y la parte más verde del limón (con un pelador de patatas o una puntilla bien afilada, cuidando de no despegar la parte blanca de la piel).
Como a la leche le gusta subir a hurtadillas cuando abrimos la puerta de la nevera, pondremos en el fondo de la olla un plato pequeño o 4 canicas limpias, que con su claqueteo la mantendrá entretenida. Exprimir los limones y colarlos antes de echarlo, con mucho cuidado, sobre el líquido. Y no se remueve nunca para nada. Cuando empieza a hervir espolvoreamos el bicarbonato que provocará una reacción, alborotando la marea y consiguiendo que el dulce quede bien doradito y meloso. 
No se preocupe si al cabo de una hora sólo ve unos pedazos de queso flotando sobre un suero turbio, atienda al fuego, que hierva muy acompasadamente, como si bailara merengue, nunca reguetón, para que los grumos no se desintegren. Cuando empieza a secar podemos remover, cuidadosamente por los lados, y revisar el fondo que no se esté agarrando, tratando de no romperlos. Al cabo de media hora, aproximadamente, cuando el suero se esté convirtiendo en almíbar, y haya adquirido un color dorado brillante, será señal de que ya está a punto.  Retirar del fuego y enfría en un bol. Una vez frío el almíbar se contrae adquiriendo una textura delicada y agradable.
Puede disfrutarlo en una dulcera con un toque de queso crema de untar, con queso tipo San Juan, con cascos de guayaba,  fresas frescas, con lonchas de coco tierno, untando pan de agua.  Pero como mejor está este dulce es sirviéndolo en un frasco de cristal, impecablemente limpio, y llevándoselo a alguien a quien se aprecie mucho y disfrutarlo en su compañía. Compartir la leche cortada de esa forma le resalta el sabor y aumenta el YO de quien lo comparte. 

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