Iberoamérica: una ruta gastronómica que conecta identidades

 Cómo la comida dominicana ha contribuido a crear lazos con otras sociedades

Pertenecemos al conjunto de islas del Caribe cuya música ha conquistado al mundo; somos indiscutiblemente una potencia del turismo en la región, pero, a principios de los noventa, había que coger lápiz y papel para identificar en qué parte de América se encontraba la República Dominicana, porque éramos un país tan pequeño que no estábamos en boca de nadie.

Francisco Oller. Pinterest
En el año 92, la única forma en Madrid de comer plátano macho, como le llaman en España, era si alguien lograba colarlos de polizón en la maleta, junto al salami, el orégano y la batata asada, que la añoranza mandaba a buscar con quien lograra atravesar el control de policía de Barajas. Éste se hervía, se cortaba en finas rodajas para que alcanzara para todos y se llevaba al Retiro y se repartía, como si fuera la hostia sagrada.

https://zonaretiro.com 
https://www.limusinaspremiumadrid.com

El parque del Retiro
era ese rincón del centro de Madrid donde nos encontrábamos los domingos
, el único día que las chicas apartaban las manos de la plancha, la fregona y la paellera o les prestaban los niños a sus verdaderos padres para poder socializar un poco, recoger los encargos, lagrimear sobre las cartas, o simplemente para ir a misa.

Frutería Orcasitas, C. de Guetaria, 84, Madrid
Para no hacerles el cuento largo, es mucho lo que ha cambiado el panorama en España, tanto que ahora es sumamente fácil encontrar fruterías y tiendas de alimentación repletas de vegetales y frutas exóticas llenas de sabor y colorido, muchas provenientes de América Latina, entre las que se encuentra el aguacate dominicano, que es el qué más caro se vende y que casi se subasta cuando llegan las cajas, prácticamente vendidas por encargo.

Pinterest
Somos una isla mágica, un terruño pequeño que contiene diferentes microclimas; zonas semidesérticas enfrentadas con la exuberancia propia de las selvas tropicales; calores de sol y playa conviven con el frescor continental de las montañas, y así también lo es su población, con influencias de las culturas más diversas.


Entonces nos llegó la pregunta: ¿Qué comemos losdominicanos? A partir de ahí empezamos a meter los pies en la tierra, a mirarnos en el espejo, a escarbar en nuestras raíces y a decirnos: Como sigamos así, las próximas generaciones no conocerán nada sobre nosotros. Nos habíamos adentrado tanto en una transculturización frenética, consumiendo una gastronomía que no era la nuestra, que ya casi ni sabíamos quiénes éramos.

https://www.revistafacto

Ahora hemos desempolvado el casabe, una especie de pan ácimo, una galleta crujiente cuya receta no ha variado en absoluto desde antes de la colonización, un producto tan ancestral, pero que a la vez está tan al grito de la moda, que es libre de gluten, no contiene grasa ni nada que nos haga daño y para colmo es superdivertido en el paladar, crujiente y sabroso.


Estoy muy agradecido de que las autoridades hayan decidido apostar por nuestra gastronomía y apoyar a los cocineros que un día decidimos abrazarla y preservarla. 

Como dicen en el avión, primero nos ponemos nuestra mascarilla, desarrollando una cocina dominicana para nosotros mismos, para disfrutarla en familia y luego si otros también la conocen, mucho mejor. Y dar de comer un poco de dominicana a todo el mundo.

El salto que hemos dado es tan grande en tan poco tiempo, que hemos participado en 3 ocasiones en Madrid Fusión, uno de los escenarios más altos de la gastronomía internacional; tenemos una chef con estrella Michelín, aunque son estrellas españolas, un día decidió volver a casa y hoy es una embajadora iberoamericana de la cultura;
hace apenas dos años, tres mujeres trajeron medalla de oro al país participando de unas olimpiadas en Alemania a la que escasamente hubo antes alguna representación de Latinoamérica.



Hoy en día me siento muy feliz de que la Embajada dominicana en España me haya invitado a exponer en el seminario de gastrodiplomacia, que organizó el Instituto Robert Schuman de Estudios Europeos de la Universidad Francisco de Vitoria y una demostración en la Escuela de alta cocina Le Cordon Bleu de Madrid, siendo una iniciativa académica subvencionada por España Global, que entiende la gastrodiplomacia como una potente herramienta para conectar con otros países y culturas a través de la gastronomía.



Este movimiento que involucra a chefs y otros gestores, no solo aporta a las relaciones internacionales, sino que sirve de gran apoyo a la producción nacional, crea nuevas fuentes de empleo y dinamiza la economía.



 


Comentarios